Como en cualquier procedimiento médico al realizar una transfusión de sangre se pueden presentar algunos problemas.En ocasiones
durante la transfusión el receptor comienza a manifestar distintos síntomas que
nos indican que éste no ha asimilado bien la transfusión sanguínea.
Algunos síntomas
que se pueden presentar son:
Fiebre: Va
acompañada de escalofríos y dolor de cabeza. Puede ocurrir por una reacción del
sistema inmunitario del receptor ante las células inmunitarias de la sangre del
donante.
En estos casos se
interrumpe la transfusión y se administran medicamentos para bajar la fiebre,
cuando ésta ha bajado se puede proseguir con la transfusión.
Reacción alérgica:
Ocurre por una reacción del sistema inmune del receptor con las proteínas
presentes en la sangre del donante y se caracteriza por la aparición de ronchas
o picazón.
En general estos
casos no son graves y la transfusión se suspende sólo momentáneamente para
administrar al paciente antiestamínicos, luego de esto la transfusión puede
proseguir.
Reacción
hemolítica: Ocurre cuando los tipos de sangre entre donante y receptor no son
compatibles y se desencadena una reacción del sistema inmune del receptor que
destruye los glóbulos rojos presentes en la sangre del donante. Este tipo de
reacción puede poner en peligro la vida del receptor, sin embargo, es muy poco
frecuente porque la sangre donada es sometida a diversos exámenes antes de ser
administrada a algún paciente.
Es evidente que durante una transfusión sanguínea se puede ocasionar algún tipo de problema, sin embargo, los efectos beneficiosos de una transfusión superan por mucho a los riesgos que esto implica.
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